Este libro nos muestra las experiencias de mujeres diversas en el contexto de una crisis habitacional que ha supuesto una desposesión masiva de vivienda. En sus relatos emerge una preocupación común por las condiciones residenciales y la conciencia clara de que la vivienda adecuada no les está garantizada. A lo largo de estas páginas descubriremos su búsqueda de una casa y sus estrategias de defensa frente a las presiones que amenazan con expulsarlas. La vivienda, comúnmente entendida como un espacio privado y feminizado, se resitúa como un elemento crucial de la reproducción social. Para ello se identifican las conexiones entre la vivienda, el trabajo y los cuidados, y se describen las condiciones residenciales cambiantes de los grupos domésticos a lo largo de sus trayectorias. Finalmente se explora el sentido que el hábitat circundante otorga a la vivienda, facilitando o dificultando que se perciba como un hogar. Un libro imprescindible para entender las intersecciones entre la opresión patriarcal y la injusticia habitacional, un libro para avanzar hacia la soberanía residencial.