La imponente e imprescindible obra poética de Sylvia Plath, considerada hoy una de las más importantes de la segunda mitad del siglo XX, es a la vez reflejo de su atormentada y trágica existencia y de su inmenso y desesperado amor no correspondido por la vida. El legado de una mujer que supo caminar de una manera heroica por ese abismo aterrador, atravesado por las sendas solitarias de la belleza y la locura, que se abre siempre ante la inteligencia y la sensibilidad para ensanchar los horizontes del arte y de la vida humana y dejar sus más grandes creaciones. Se incluyen en esta nueva edición de su poesía, traducida al castellano por Victoria León, los 244 poemas que la autora escribió a partir de 1956 hasta el final de su vida, así como otros cincuenta textos escogidos entre sus trabajos juveniles.
Sylvia Plath nació en Boston en 1932, quedó huérfana de padre a los ocho años y creció con su madre, su hermano y sus abuelos maternos. Mostrando desde muy pronto su talento y su pasión por la escritura, estudió en el Smith College, la universidad femenina ubicada en Northampton (Massachusetts), y en 1955 fue a la Universidad de Cambridge con una beca Fullbright. Allí conoció al poeta británico Ted Hughes, con quien se casó poco después. Regresó a Estados Unidos en 1957, donde estudió con Robert Lowell, y en 1960 publicó su primer libro de poemas, El Coloso. De vuelta a Inglaterra, publicó Ariel, en 1962, y su novela autobiográfica La campana de cristal. Puso fin a su vida en Londres en 1963. Tras su muerte, Ted Hugues reunió su poesía en un volumen por el que Plath recibió el Premio Pulitzer a título póstumo en 1981.