«Fuck me es una obra desgarrada, irreverente y frontal. Teatro hecho desde el dolor, buscando la luz que nace de la destrucción de uno mismo, de saber que todo acto de escarnio de lo propio es también el deseo de ser amado, consolado. Camino estrecho, solitario. Un camino que Marina Otero nos muestra desde la distancia de una persona rota, adulta, que mira su infancia cuando hacía bailes y coreografías en casa de su abuelo y se mira ahora después de tantas guerras, de tantos años ofreciéndose en escena, de intentos de suicidio, de luchas contra todo, de haber odiado lo fácil y lo amable como si fueran traiciones. Un camino que, al mismo tiempo que muestra la fuerza de la rabia, tiene la capacidad impúdica de decir en un momento: "Miren cómo estoy. Quedé dura y no de merca, esto es pura tensión por el esfuerzo de querer agradar. Lo único que quiero es que me quieran, porque yo no me quiero"». Pablo Caruana
Kill me es la continuación de Fuck me. Entrando en el cliché de la crisis de los cuarenta empecé a filmar cada cosa que hacía: con el corazón abierto las 24 horas registraba todo. Hasta que un