En sus reflexiones, Jacques Rancière desplaza la pregunta "¿qué son las imágenes?" para pensar las imágenes como un trabajo, como una puesta en relación, como un proceso de articulación. Pero no se trata de establecer relaciones y articulaciones armónicas entre, por ejemplo, las imágenes y el discurso, sino de habilitar un espacio -una arquitectura frágil- donde la forma plástica y la palabra poética puedan tejer sus intercambios. A través del análisis del pensamiento ranciereano y de diversas obras de artistas, esta conversación explora las aportaciones que introduce Jacques Rancière con su comprensión de las imágenes en la reconfiguración de lo posible. Tras su lectura, resulta evidente que los procesos emancipatorios no son nunca una cuestión referida a la articulación de un discurso, sino que son siempre una escena, es decir, disposiciones de cuerpos, articulaciones entre lo pensable, lo decible y lo visible