"Allò que passa mentre passa la vida" es, a su manera, una carta de amor a las mujeres que han ido por la vida con delantal. En una conversación con su nieta Marina, Juana, luchadora incansable, nos cuenta su historia, que es, al mismo tiempo, la historia de su familia, de aquellos que son nombrados, pero que ya no están, y el relato de un pueblo que se expresa con apodos, anécdotas y personajes más reales que ficticios. Y lo hace como mejor puede y como mejor sabe, desde la rememoración de experiencias vividas, pero también movida por la necesidad de mentir para sobrevivir. En escena se condensan momentos presentes y recuerdos pasados fruto de las dulces experiencias de juventud vividas con su madre, pero también de viejos fantasmas de miseria que pugnan por volver con fuerza renovada. Mediante toques de comedia popular y pinceladas de melodrama costumbrista -tamizados con un sentido de tragedia vital que inviste a Juana con la máscara propia de una Antígona que decide sobrevivir a costa de mentir, matando verdades nada deseadas-, se teje un relato personal lleno de contradicciones y, sobre todo, de silencios. Fotografías, sábanas y medallas condensan el verdadero sentir de la cotidianeidad, de una realidad donde parece que nada pasa, pero pasa la vida.