Al morir su padre, Iván recibe un misterioso encargo: entregar una caja húngara a una mujer desconocida de La Plata, en la provincia de Buenos Aires. Cuando conoce a Sergio Mancino al subir a un tren equivocado, lo que comienza como una tarea aparentemente sencilla se transforma en un fascinante laberinto de encuentros y desencuentros donde el pasado y el presente se entrelazan. A lo largo de la noche conversan sobre padres ausentes, mujeres misteriosas y fantasmas del pasado, y se sumergen en la resolución de los enigmas que rodean las vidas posibles, esas que pudieron ser y, sin embargo, no fueron.
Este relato tiene su origen en una colaboración entre el escritor Ricardo Piglia y Sergio Waisman, uno de sus traductores al inglés, y acaba evolucionando para convertirse en un sentido homenaje a su memoria y legado. Sergio Waisman asume la tarea de reescribir la novela de manera individual, manteniendo siempre la esencia de colaboración que la caracteriza. En el núcleo de la trama se entrelazan dos encargos: el que el padre de Iván le confía y el que el traductor supuestamente asume al recibir el manuscrito. Ambos encargos, aunque diferentes, convergen para tejer una trama única llena de intriga y significado.