La sacerdotisa griega Casandra está harta, hasta los mismos ovarios, de que los troyanos no crean en sus profecías. En una aldea medieval de Gales, una niñita escucha a su mamá contarle el típico cuento del dragón y la virgen sacrificada, y ese es en verdad el principio de un cuento de brujas. En un campus universitario cualquiera, el fantasma de un predicador puritano insulta y acosa (con bastante ternura, todo sea dicho), a una joven madre adúltera que se siente sola y sobrepasada. En una ciudad de ciencia-ficción bastante alucinante, los hombres tienen miedo al volver a sus casas de noche; miedo de sus mujeres lobo y de sus mujeres cucaracha radiactivas.
«Movidas que vio Casandra» es un furioso y divertidísimo compendio de mujeres al borde de un ataque de nervios patriarcal: piratas travestidas, mujeres duelistas, mujeres desastrosas, despechadas, enfadadas, cachondas… Un cruce explosivo entre Margaret Atwood y Buffy Cazavampiros que va desgranando, con un impecable humor corrosivo, los muchos problemas de género enquistados en la vida de las mujeres durante siglos.