El anarquismo barcelones, que no ha tenido ni un solo pensador, ni un solo doctrinario de categoría, y que ha contado, en cambio, con la enorme fuerza de la conformidad latente de la masa, este anarquismo barcelonés es, de raíz fundamentalmente, típicamente catalán. Aquí lo hemos hecho y aquí ha crecido. De modo que no nos engañemos con la banal justificación de que los actuales problemas sociales son culpa de los de fuera.