El estilo propio, el amor y las enfermedades de transmisión sexual, no los buscas: te los encuentras sin darte cuenta, haciendo lo que más te gusta.
Así se formó la primera edición de este libro, con relatos de corte clásico, otros de tinte canalla, algunos con aire de fábula urbana, y unos pocos marcados por lo que podría definir como surrealismo de andar por casa.
Creí que no volvería a escribir jodidas historias de amor.
Me lo prometí.
Y como suelo hacer, no me cumplí.
Cuando se agotó la primera edición y Talía y Daniel me propusieron sacar la segunda, me recordaron nuestro acuerdo de enriquecerla con algunos relatos inéditos. Pensé que zafaría de esa promesa con la misma facilidad con que eludo las que me hago a mí mismo. Dije que vería qué podía hacer, pero que no creía que?
Y volví a sorprenderme.
Porque en este tiempo había escrito unos cuantos relatos.
Y todos eran jodidas historias de amor.
Éstas son.
Espero que les gusten.