El cine y la arquitectura comparten una historia de encuentros. Ya desde sus inicios, el séptimo arte ha necesitado de la arquitectura, del marco construido, como telón de fondo de las acciones desarrolladas en la pantalla. El cine, por su parte, ha permitido establecer una mirada diferente sobre el territorio que los hombres habitamos, una mirada subjetiva, intencionada y distante.
El presente diccionario aborda la posibilidad de diseccionar intencionadamente el campo de coincidencias visuales y operativas entre el trabajo del cineasta y del arquitecto a partir de un posible conjunto de términos comunes. La propia enunciación de los mismos, en absoluto entendidos como entidades cerradas, habla de la posibilidad de innumerables relaciones cruzadas, algunas de ellas contenidas en sus páginas, otras por descubrir.
Cada una de las voces del diccionario se puede leer como un pequeño ensayo en sí mismo. Desde este punto de vista, su redacción obedece tanto al intento de desarrollar aquellos aspectos que los autores consideran más cercanos a sus propias sensibilidades e inquietudes como, a su vez, a la intención de que se postule como una guía para orientar posibles futuras investigaciones a partir de cualquiera de las entradas que constituyen su índice.
Escrito a cuatro manos por dos arquitectos, la que se despliega es, obviamente, la mirada del arquitecto.