Las siete narraciones de El genio de una noche corresponden al género histórico y recrean lo que el propio Stefan Zweig llamó «momentos estelares de la humanidad», desde la caída de Bizancio en 1453, que cierra trágicamente la Edad Media («La conquista de Bizancio») hasta los demorados esfuerzos del presidente estadounidense Woodrow Wilson por sentar las bases de una paz justa y duradera en Europa tras la Primera Guerra Mundial («El fracaso de Wilson»). En estas delicadas y exactas «miniaturas históricas» también se recrean asuntos tales como el secreto viaje de Lenin desde Suiza a Rusia en 1917 que iniciaría la revolución soviética, esos diez días que estremecieron al mundo, o la desconocida, por olvidada, historia del creador de La Marsellesa, relato que inaugura y da título a nuestra edición. A.L.
Delicadas y exactas «miniaturas históricas» de Stefan Zweig que reúnen relatos del ciclo «momentos estelares de le humanidad» con otros textos menos conocidos de este autor.
Stefan Zweig nació en Viena, en 1881, en el seno de una familia pudiente. Ello le permitió consagrarse desde muy joven con entera libertad a las letras, satisfaciendo asimismo su otra gran pasión: los viajes. Después de dos libros de versos publicó un drama, Jeremías, cuyo estreno fue prohibido en Alemania, durante la Primera Guerra Mundial, representándose después en Zurich. Zweig se trasladó a Salzburgo y allí comenzó a especializarse en el género que había de otorgarle una tan extensa celebridad mundial: las biografías de grandes hombres. Aparecen así sus famosas trilogías: Tres maestros, Tres poetas de su vida, La lucha contra el demonio, su magistral biografía de Fouché, sus novelas Amok, Veinticuatro horas en la vida de una mujer, etcétera. Estrena con gran éxito una adaptación del Volpone de Ben Jonson. Establecido en Londres durante tres años, continuó viajando y aumentando su producción incesantemente. Después se instaló en Brasil, en Petrópolis, donde se suicidó a comienzos de 1942, causando una general consternación.