La juventud vasca ha expresado sus aspiraciones y reivindicaciones políticas y sociales de formas múltiples y diversas, padeciendo una reacción represiva exacerbada y arbitraria por parte del Estado: criminalización de sus actividades públicas, montajes policiales, detenciones masivas, tortura, procesos judiciales inquisitoriales, políticas carcelarias criminales? A su vez, como si de una cadena se tratase, la reacción estatal ha originado la activación de miles de personas, principalmente de madres y padres, en defensa de unos derechos que consideran elementales y que ven constantemente pisoteados, negados, a sus hijos.