Las nuevas tecnologías pueden hacer aportaciones fundamentales para crear unas condiciones de aprendizaje de otro modo difíciles de conseguir. Estos medios posibilitan una interacción y un ritmo de aprendizaje individuales, a la vez que generan de modo realista las situaciones apropiadas sobre las que el aprendiz puede actuar. Ahora bien, no podemos pensar que la simple incorporación de estos medios, sin una selección previa basada en un criterio sólido, favorecerá el tipo de aprendizaje que se pretende. Para cumplir esta función de un modo óptimo es necesario que los materiales se hayan creado teniendo en cuenta los principios adecuados de diseño instruccional y también se necesita tener muy clara la función que se quiere que desempeñen en el proceso global de aprendizaje. Esta fue la idea que llevó a realizar el presente libro, en el que se recogen aportaciones originales de un grupo de expertos de prestigio que vienen trabajando en diversos campos de interés para la enseñanza y el aprendizaje desde esta perspectiva.