Tras unos años en que Arthur Conan Doyle había decidido dejar descansar a su personaje de Sherlock Holmes, tal era el abrumador éxito que este había alcanzado, el escritor decidió volver a recrear uno de sus casos más famosos, relatado según los recuerdos del fiel doctor Watson. Holmes se enfrenta en El sabueso de los Baskerville a un enigmático asesinato que se atribuye a un perro. Sobre la familia Baskerville pesa una terrible maldición: cuando a uno de sus miembros se le acerca la muerte, un endemoniado perro se le aparece. Y esto es lo que le parece haber ocurrido a sir Charles, el último Baskerville, cuya temprana muerte ha estado estado precedida por unos amenazantes aullidos.