El trabajo presentado en estas páginas recoge escritos diversos creados desde los inicios de los años 80 hasta casi el cambio de milenio, con las motivaciones e inspiraciones tan dispares que se pueden abordar a lo largo de dos décadas. Poemas dispersos engloba una selección que abarca esos veinte años de sensaciones y vivencias almacenadas en algún rincón del cerebro, también disperso. En general, siguen bajo la influencia directa de la poesía beatnik norteamericana de los años cincuenta, aquella que Allen Ginsberg calificaba como prosodia bop espontánea, o que el mismo Jack Kerouac, definía como “una especie de nueva-vieja poesía lunática zen, escrita tal y como entra en la cabeza según va viniendo”.