Mario Muchnik, uno de los grandes de la edición en español, es el hombre que ama todos los libros y que todos los hubiera publicado. Como esto último es imposible, editó muchos de los que a él le parecieron mejores. Él mismo es en sí un libro extraordinario, una persona que discute consigo misma y con el mundo, y siempre tiene, a la salida de esas discusiones, más sabiduría y, por eso, mucha más alegría.
La historia de Mario Muchnik, un editor audaz e inteligente, es suculenta desde todos los puntos de vista, y su humor es igual de fecundo que su memoria. Su capacidad de contar es la de un viejo marino, de guerra o de paz, pues conoce sin titubear todas las batallas de la edición y a sus personajes, desde el grumete al capitán. Él a veces ha sido grumete que, durante años, fue capitán de sí mismo en proyectos editoriales que han ido en ocasiones como transatlánticos, y en otras, afortunadamente, como atrevidos paquebotes.