Como botánica, Kimmerer formula preguntas sobre la naturaleza con las herramientas de la ciencia. Como miembro de la Citizen Potawatomi Nation, comparte la idea de que las plantas y los animales son nuestros maestros más antiguos. Basándose en su vida como científica, indígena, madre y mujer, nos muestra cómo otros seres vivos nos ofrecen regalos e importantes lecciones. En una rica trenza de reflexiones que van desde la creación de Isla Tortuga hasta las fuerzas que amenazan su florecimiento, despliega su idea central: el despertar de una conciencia ecológica requiere el reconocimiento y celebración de nuestra relación recíproca con el resto del mundo viviente.