El cuerpo humano nunca miente. El cuerpo humano emite constantemente mensajes; mensajes que unas veces ratifican y otras contradicen la expresión verbal. Una nueva ciencia llamada kinésica hace hoy posible interpretar estos mensajes, gestos y movimientos del cuerpo humano, que son la proyección de los más escondidos pensamientos y deseos.
Todos sabemos que el arquear de las cejas indica sorpresa, que las manos entrelazadas indican reposo, que el constante movimiento de los pies indica nerviosismo. Pero ¿sabemos interpretar la «respuesta» que recibe una mano que se apoya en una espalda? ¿Sabemos interpretar la gesticulación del prójimo? ¿Sabemos cuando otra persona se siente cómoda, incómoda, indefensa o agresiva?
La ciencia de la comunicación no verbal, o kinésica, estudia el lenguaje del cuerpo. Puede convertirnos en personas mucho más perceptivas; ahorrarnos no pocos errores