Las elecciones del 28 de abril de 2019, y su extensión del 10 de noviembre, pasarán a la historia de España por haber confirmado la presencia parlamentaria de la extrema derecha, pero, además, han permitido establecer por primera vez una relación clara, directa e irrefutable con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: así lo demuestran la ubicación de bases, comandancias y viviendas militares, y los resultados electorales de Vox en dichos emplazamientos, por encima de los obtenidos en el entorno. Se ha sido muy renuente a aceptar que existiera una vinculación entre la extrema derecha y las Fuerzas Armadas. Desde la publicación de este libro, será imposible negarlo.