El cine, como la naturaleza, nos sobrevivirá. Aún después del fin, un proyector continuará proyectando en Finisterre. Hará visibles sus figuras sobre la superficie del aire, reflejará sus fantasmas sobre el mar. Nada quedará de nosotros, salvo nuestros proyectos. Proyectar es hacer imágenes. Imágenes más altas, más hermosas que nosotros mismos. Hacer imágenes es creer. El credo de Jay Gatsby (escrito por Fitzgerald, encarnado una vez por DiCaprio) era la esperanza. Esperar es inclinarse y recoger los restos de una demolición. Tal vez hay solo dos preguntas en la vida: por qué no matarse, por que no salir a matar. Van más allá de la ley. Es el suicidio, o el amor. Decir que ya no más o decir que sí, todavía. El cine dice sí. Nos necesita para hacer cuerpo a cuerpo y las cosas del cine. Se hacen manos.