En la historia de América Latina hay un_x000D_
lugar común compartido por todos los análisis, con independencia de la_x000D_
ideología desde la que operan, y es que la responsabilidad del subdesarrollo_x000D_
del continente proviene de la época colonial y su protagonista, el malvado_x000D_
Imperio español. Pero en historia y geopolítica no hay ni imperios malvados ni_x000D_
benevolentes, solo imperios que ejercen el imperialismo. Este interesado_x000D_
relato, más que historia, es un mito inventado por las oligarquías para_x000D_
perpetuarse en el poder y que les sirve de pretexto para esconder su_x000D_
culpabilidad en todos los horrores que han provocado desde el momento mismo en_x000D_
que tomaron el poder. Un mito exitoso, debe admitirse, pues fue asumido de_x000D_
forma acrítica por las izquierdas, que, de esa forma, se convirtieron en_x000D_
justificadores de las barbaridades de las oligarquías latinoamericanas, desde_x000D_
el siglo xix hasta el presente. De ese modo, las_x000D_
oligarquías han podido mantener inalterable el statu quo_x000D_
nacido de la independencia, es decir, el modelo neocolonial, que facilita el_x000D_
expolio de sus países por la potencia de turno a cambio de apoyarlas en el_x000D_
control de los países y en la salvaguarda de su obscena acumulación de riqueza.De esos mitos y de sus consecuencias trata_x000D_
este Malditos libertadores que, analizando, desde_x000D_
los extremos hasta el centro, la labor de libertadores como Simón Bolívar,_x000D_
pasando por dictadores como Pinochet, hasta dirigentes políticos como Jair_x000D_
Bolsonaro, nos invita a mirar al pasado para desenmascarar la «versión oficial»_x000D_
y pensar el futuro del continente latinoamericano. Augusto Zamora R. reivindica_x000D_
el derecho de la memoria que se le ha negado al pueblo latinoamericano para que_x000D_
este pueda marcar un nuevo rumbo que ayude a corregir esta situación.