A través de su poesía, Gustafsson analiza el mundo y su apariencia pero también la cara oculta de la realidad, que los sentidos no perciben pero la intuición atisba. La poesía es, entonces, otro modo de conocimiento, aunque igualmente limitado. Aplica, sin complejos, la evidencia científica y la vivencia de cuño simbolista, lo que hace, del suyo, un mundo lírico particular y novedoso.