Entre enero y julio de 1919, tras el final de la primera guerra mundial, dirigentes del mundo entero llegaron a París para organizar una paz duradera. En esa Conferencia de Paz, los «tres grandes» el presidente estadounidense Woodrow Wilson, más los primeros ministros de Inglaterra y Francia, David Lloyd George y Georges Clemenceau se enfrentaban a una tarea gigantesca: poner en pie una Europa en ruinas, obtener de Alemania unas gravosas reparaciones de guerra, detener el avance de la reciente Revolución rusa y gestionar el inestable equilibrio de poderes tras la desaparición de los viejos imperios. No menos fascinantes son los «secundarios» de esta obra: personajes como Lawrence de Arabia, Winston Churchill o Ho Chi Minh, que años después desempeñaron un papel decisivo en la historia del siglo XX.