En abril de 1923 tiene lugar el primer encuentro de Tsvietáieva con Konstantín Rodzévich. Ocurrió lo inesperado: apareció aquel hombre que trastornará una vez más su vida, que le hará conocer el amor sensual y absoluto, no aquel más imaginario que real, como tantos amores fugaces e infructuosos que ella tildaba de «idilios cerebrales». A principios de diciembre de 1923, la relación se romperá tanto por parte de Rodzévich como de Tsvietáieva. Ésta no quiere hacer daño a su esposo. El amor que sentía por él se ha tornado en un afecto maternal protector. Tras el fin de su relación amorosa escribió dos de sus obras cumbres: «Poema de la montaña» y «Poema del fin». Ambos poemas inspirados por la misma persona, Rodzévich. La lectura de estas cartas nos ayuda a comprender mejor esos poemas y nos invita a cruzar el umbral de una puerta secreta que conduce a la más profunda intimidad de la autora. Tsvietáieva nos desvela la historia de amor más intensa y dolorosa que jamás haya sufrido, en la que Eros y Tánatos, recíproca incomprensión, se intercalan y se sobreponen.
Marina Tsvietáieva (Moscú 1892-Elábuga 1941). Vivió las revoluciones de 1905 y 1917 y también la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. En 1922 abandona Rusia y reside primero en Praga y más tarde en París. En 1939 regresa a la URSS. En 1941, durante la invasión nazi, fue evacuada a Elábuga, a la República Tártara donde, al poco tiempo, ignorada por todos, pone fin a su vida. Tsvietáieva es, junto a Borís Pasternak, Ossip Mandelshtam o Anna Ajmátova, una de las figuras más relevantes de la literatura rusa del siglo xx. Su prolífica obra encierra tanto la poesía como el ensayo, el teatro y la narrativa.
Reyes García Burdeus es doctora en interpretación y traducción. En el marco de su actividad investigadora ha participado en varios congresos, entre los que destacan los celebrados en el Instituto de Lenguas Eslavas de la Sorbona, o en las casas museo de Tsvietáieva en Bolshevo y Moscú. Ha traducido diversas obras de la autora: El relato de Sóniechka (2002), Locuciones de la Sibila (2008), Ensayos (2012) y el diario de su hijo, Diario de Gueorgui Efrón (2015). En 2016 recibió el Premio Marina Tsvietáieva de traducción.