Las horas muertas de los internados convocan discusiones, recuerdos traumáticos en los que el reciente final de la Segunda Guerra juega un papel central, y hasta alguna pelea a los golpes. Con este universo cerrado,representativo de una sociedad en la que conviven la hipocresía y el disconformismo, la crisis de valores y las esperanzas de un país mejor, Berger construye en El pie de Clive una novela compleja, poderosa, que se resiste a la tentación de los simbolismos fáciles y en la que pueden leerse pasajes de un raro lirismo que anticipan sus obras posteriores. (Marcos Mayer)