Antonio Gramsci Jr. no sabía apenas nada de su abuelo. Un viaje a Italia y la visita a los lugares de la memoria gramsciana le reconciliaron con sus fantasmas. La recopilación de los múltiples documentos y el recuerdo de viejas historias, que de niño espiaba en las conversaciones de los adultos, le permitieron descubrir quién fue Antonio Gramsci, mientras por el camino fue también descubriendo la historia de los Schucht, la familia de su abuela Giulia, unos aristócratas que renunciaron a sus privilegios para participar activamente en la Revolución rusa. La vida de Gramsci y de los Schucht se cruzaron como se entrecruzan sus historias en este libro, que dialogan para reconstruir su memoria compartida y para presentar a Gramsci a través de la mirada de su familia política.