Cuando, ya instalado en Vence en pleno éxito internacional, Gombrowicz
releyó estos cuentos, quedó sorprendido por la juventud que irradiaban, por
la respiración del idioma, su gracia. 'Son escribe un artificio
reverberante de fantasía, de invención, de humor, de ironía. Esos relatos
vibran con cortocircuitos sorprendentes, con visiones inesperadas, bullen de
buen humor y juego Hay que reconocer que en la escala de mis posibilidades
este libro se encontraba ya a nivel de mis más afortunados logros.' Junto con
Ferdydurke y su portentoso Diario, Bacacay es uno de los tres libros de
Witold Gombrowicz que sin duda resistirán el paso del tiempo y formarán parte
de la pequeña lista de clásicos que cada siglo salva.
Sergio Pitol