El cambio climático, sin duda la consecuencia más devastadora, debe ser entendido como un fenómeno ya irreversible y, en consecuencia, cualquier acción o decisión política que queramos tomar en un futuro inmediato debe tenerlo en cuenta. Ello no significa que toda la tierra esté condenada, pues los climas templados y los polos pueden «beneficiarse» de este trastorno, así que se abrirán nuevos espacios para vivir más allá del orden mundial actual.