En el año 2015 se conmemoró el 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Apenas quedan ya testigos directos que puedan transmitirnos su experiencia, pero sí contamos con muchos testimonios escritos. El haiku, por extraño que pueda parecer, es uno de ellos y en esta antología nos hemos planteado acercar el tema de la guerra a los lectores y reflexionar sobre él a través de los haikus y los haijines (poetas de haiku) protagonistas directos del conflicto.
En Japón los haikus que respondían el tema de la guerra empezaron a componerse en mayor cantidad tras el Incidente de Manchuria (1931) pero ya antes los había escrito el gran haijin Masaoka Shiki (en la primera guerra con China en 1894-95), y en las guerras del siglo XX lo hicieron Hasegawa Sosei, Katayama Tooshi, Tomizawa Kakio y Saitoo Sanki. Entre los haikus de guerra pueden encontrarse algunos de carácter militarista, pero predominan los escritos por quienes la sufrieron y manifiestan en ellos su repulsa o su dolor.
La poesía, y en este caso el haiku, es una herramienta de los poetas para expresar, a través de la naturaleza o a veces prescindiendo de ella, sus sentimientos de desgarro, desamparo y terror ante la inmediatez de un bombardeo o las desastrosas y escalofriantes consecuencias de la guerra.