«Boris Fishman ha escrito una primera novela tierna, llena de matices y, en ocasiones, realmente divertida, sobre la identidad, la conciencia y la lealtad familiar».
JOYCE CAROL OATES
Al parecer, Yevgeny Gelman «no sufrió exactamente» todo lo que debería haber sufrido para poder obtener la compensación que el Gobierno alemán está pagando a los supervivientes del Holocausto. Pero padecer, ha padecido: como judío durante la guerra, como ciudadano de segunda clase en la Unión Soviética y después como inmigrante en Nueva York. ¿Y dicen que no tiene derecho? Quizá su nieto el escritor pueda echarle una mano con ese asunto;
Su nieto Slava desea llegar a ser un estadounidense intachable, pero anhela aún más convertirse en un novelista de éxito; lamentablemente Century, la famosa revista para la que trabaja como documentalista, no le da la oportunidad de prosperar. Su imprevista transformación en falsificador de documentos le enseñará que no toda la realidad es cierta ni todas las mentiras una impostura. Arrastrado y confundido por sus propias ficciones, Slava acabará cometiendo un acto irrevocable que, en último extremo, le valdrá para sentir el continente americano como su hogar, pero no sin antes pagar por ello un alto precio.