El éxito jamás ha tenido tanto éxito como ahora.
«Sé el mejor», como un lema estampado sobre la camiseta de un runner, se presenta en nuestra sociedad como un imperativo que asfixia a los sujetos bajo una incesante necesidad de sobresalir.
No solo se nos dice que todos podemos ser exitosos: ahora debemos serlo.
Celebridades, empresarios y deportistas, apoyados en las nuevas tecnologías y en la ideología del nuevo capitalismo, han transformado la manera en la que el éxito se construye hoy en día, invitándonos a participar de la cima con la mejor versión de nosotros mismos: un yo para el cual el fracaso en cualquier área de su vida es inadmisible.
Sin embargo, al preguntarse si esta cumbre es accesible a todos, el mito del ganador se derrumba, mostrándose como un mecanismo ideológico que refuerza la desigualdad, la exclusión y la estigmatización.