Parafraseando sus propias palabras podríamos interpretar que para ella no había problemas del hombre ni de la mujer, sino problemas del ser humano. Sin embargo, no podemos prescindir del hecho de que en sus novelas estos problemas están encarnados en su mayor parte, al igual que en las de las autoras que inician su producción después de la guerra, en mujeres; mujeres fuertes e independientes, que tienen el valor de enfrentarse, casi siempre, a su destino, para bien o para mal, solas. Alba Grey se presenta desde el primer momento como un personaje fascinante, fuerte y carismático, cuya presencia se impone, incluso en su ausencia física. En el año 1969, mereció el honor de ser incluida en el volumen XI de la antología Las mejores novelas contemporaneas, que Joaquín Entrambasaguas preparó para la editorial Planeta.