Los textos de Cerca de casa están escritos desde la memoria, el afecto, la admiración o la alegría. A veces son crónicas de un instante o fotografías de un estado de ánimo. Unos cuantos están tocados por la melancolía de los amigos perdidos o por la rabia al advertir la inagotable capacidad de la vida para golpear donde más duele.
Sufrimos unos tiempos obscenos en los que, a menudo, da la impresión de que nuestro mundo se viene abajo y de que la batalla la han ganado los malos, que son pocos pero poderosos. Lo que más brilla es lo peor. Sin embargo, este libro nace del deseo del autor de exaltar, más que nunca, la bondad, la decencia, el talento, la belleza, el humor, el coraje, la amistad o el amor por la ciencia, la educación y la cultura.
Fernando Trueba sostiene que su verdadera patria son las cosas, las vivencias y la gente que han contribuido a hacerle como es. Luis Alegre no puede estar más de acuerdo: la patria no es lo que los demás nos quieren hacer creer, sino lo que nosotros sentimos que es. Cerca de casa es un tributo a algunas de las personas y de las cosas que han sacado lo mejor de él y que ocupan un lugar muy confortable en su verdadera patria.