¿Qué sintieron los primeros espectadores que levantaron la vista para encontrar rostros «diez veces gigantes» proyectados sobre una pantalla, rostros que palpitaban y vivían? ¿En qué consistía aquello que la cámara hacía aflorar a la superficie de las imágenes? ¿Qué traía el cine? Este libro, publicado en fecha temprana (1921) por uno de los más secretos protagonistas de las primeras vanguardias francesas, Jean Epstein, acompañó e iluminó aquellos primeros pasos del cine. Compuesto como un saludo exaltado y lírico a «un arte inesperado; sencillamente, nuevo del todo», contiene versos, frases y párrafos memorables acerca de lo que el cine era, quería o podía llegar a ser. Supone, todavía hoy, una de las más valiosas reflexiones literarias acerca del gran arte popular del siglo XX, el cine.