La tropa de Ida tiene 33 miembros. En la isla viven, noche y día, siempre juntos. Una mañana, cansada de vivir en esta manada sin nombres, Ida decide elegir uno para cada uno: «¡Búho!», «¡Erizo!», «¡Morsa!».
Cada bautismo comienza a producir sorprendentes transformaciones y curiosas semejanzas entre cada uno de los perros. Así, el dálmata se convierte en vaca, el bulldog en rana, el caniche en oveja? y así la historia en sí se convierte en un auténtico desfile de animales.