En Regreso a las casas Jorge Gonzalez Aranguren revisita las casas que le han dado cobijo y resguardo, asilo a su cuerpo, a su corazon y a su memoria. Tambien soledumbre, apartamiento y silencio. Ya se sabe: las casas vividas, dejadas atras, se transustancian muy adentro en retales que se unen formando un telar que el tiemp o teje y desteje, segun capricho del alma. Asi funciona el recuerdo. Y ahi, en ese hogar de los hogares, nos resguardamos cuando nos agarra el frio, la incertidumbre, la tembladera. Asi funciona la nostalgia. Escrito alla por el año 1993, Jorge aqui lo reescribe y reubica en este 2015 que ya principia. Casas remozadas, ventiladas y puestas a punto de habitacion, a las que acompañan, como en una salita del te, un conjunto de sonetos, octavas y liras.