La poesía en catalán no solo cuenta con una historia riquísima, desde Ausiàs March hasta Salvador Espriu, sino que mantiene hoy una vitalidad sorprendente, con una multitud de estilos y escuelas que preservan las tradiciones de la modernidad, pero que saben adentrarse también en ámbitos nuevos, en lenguajes distintos. La luz de la mediterraneidad, el espacio de la mujer en el mundo, el humor y la sátira, la preocupación social, el impacto de la cultura en la lengua y la influencia de la lengua en la cultura, el erotismo y la ascesis, lo político y lo juglaresco, la Biblia y la taberna: todo esto se conjuga, felizmente, en una literatura sabia e inquieta, que quiere conocerse y darse a conocer.