JULIO MARURI (Santander, 1920) es uno de los tres poetas fundamentales de la llamada Quinta del 42, junto a José Hierro y José Luis Hidalgo, una generación sin la que no se entiende la poesía española de posguerra. Entre sus libros, destacan Las aves y los niños (1945), Los años (1947) y Obra poética (1957, Premio Nacional de Literatura). Su sorprendente gracia aérea no debe confundirnos. Como asegura Víctor García de la Concha, si se lee con atención, encarna «la sonrisa que brota de la amargura de la conciencia». Carlos Bousoño subrayaba la «delgadez de la materia verbal» con que levanta su canto y Vicente Aleixandre le retrató quizá mejor que nadie, al hablar de su «misteriosa inocencia» y de «su difícil definición».
Podemos concluir que la creatividad de Julio Maruri (el poeta-pintor), su concienzudo y concienciado tejer espacio y tiempo mediante palabras, trazos y colores, responde, como dice el propio poeta, a un corazón maltrecho. Su trayectoria literaria, artística y vital es, sin lugar a dudas, atípica y compleja. No ha de dejar indiferente a nadie.