Bartleby recupera una de las voces más singulares de la lírica española: Miguel Sánchez Gatell. La única certeza está en el número. Sin embargo, en la conciencia del poeta la desconfianza y la decepción, hijos del relativismo y la duda, aparecen como amenaza y traición. «¿Qué harán el dos o el siete por nosotros?», se pr egunta Miguel Sánchez Gatell, premio Adonais en 1988 por La soledad absoluta de la tierra. Y la respuesta no puede ser otra que la lucidez convertida en palabra poética. Una palabra que busca sentido a la existencia entre las ruinas de los proyectos que antaño fueron esperanza y entusiasmo.