Dani, Larisa, Gabriela, Christian, Marinela? cualquiera de ellas podría ser Dragan, el niño al que se dirige Marco Aime en este libro en forma de carta. Dragan es, también, un gitano rumano. Les podríamos contar cosas parecidas a las que Marco, desde Italia, cuenta a Dragan: que, en otra época, eran millones las personas que, procedentes del Estado español, emigraban a América u otros países de Europa; la falta de memoria sobre la emigración, esa desmemoria que facilita la instalación del racismo aquí y ahora; la historia del fascismo en Europa, en Italia, en España, del exterminio basado en la raza; el racismo de Estado que somete a la población migrante y la presenta como enemigo interno, como fuente de inseguridades y peligros...