En este ambicioso proyecto, escrito desde 1972 hasta su muerte en 1987, Yourcenar evoca a sus abuelos, a su padre, y también su propia infancia y juventud . «Los retazos de una vida son tan complejos como la imagen de la galaxia», escribe la autora de Memorias de Adriano, «¿Cómo sería tu rostro antes de que tu padre y tu madre se encontraran?». A la manera renacentista, Yourcenar se sirve del pasado para hablar del presente. La obsesión por explicarse a sí misma y explicar nuestra época ilumina las páginas de esta obra monumental que la autora dejó inconclusa, como si de su vida misma se tratara.