Desde las calles de los Balcanes hasta Santiago de Chile pasando por La Mancha, hay hilos capaces de unir el mundo interior de las mujeres: a veces serán la fuerza de la risa, el valor de la amistad, el amor o el sexo; otras, los miedos ante un matrimonio vacío, la hipocresía, la soledad o el temor al abandono.