La tragedia de la calle de las Flores no fue publicada hasta 80 años después de la muerte de su autor, en 1980. El propio Eça, en 1877, escribía a su editor que esta novela era «lo mejor y más interesante que tengo escrito hasta hoy». Esa opinión no parece exagerada a la vista de la obra. Eça transita admirablemente desde el humor hasta la tragedia en una novela, ante todo, de pasión, donde el amor y el sexo aparecen contrapuestos a las convenciones de la sociedad decadente del XIX. Una trama trágica que arrastra al lector y le absorbe desde la primera página. La maestría de Eça le permite a la vez transmitir un retrato eficaz y una crítica feroz de aquella sociedad y acercarnos a cuestiones permanentes, que mantienen inquieto al lector de hoy de principio a fin.