Noche de septiembre. / Leo a poetas que preguntan / quiénes
somos. / Hablan de la rosa y del ciprés, / escriben doblándonos
/ una esquina del corazón / para que no olvidemos /
su pregunta. // Lejos, el ruido de la feria / promete venir, /
pero es mi pensamiento / el que parte preguntando. // Me
acerco a la ventana. / Una atracción con forma de equis /
brilla en lo alto de la oscuridad, / se refleja en mis ojos /
como una incógnita. // Y de pronto parece tan claro: / no
somos más que parte / de la pregunta. // Aquella equis / sólo
es el signo que multiplica / el cielo / por / la multitud, / y
bajo la línea de la tierra / el resultado: / huesos, / cenizas, /
pretéritos? / Nada que no arruine / mis ganas de salir. //
Menudos los poetas; / peores que la lluvia.
?Nota 37?