Múltiple ha sido para Reyna Pastor el lugar del campesino. Ha sido un lugar físico, donde cultivar y donde habitar, pero también un lugar en los bosques y en los baldíos; un espacio de lucha y de cooperación, un lugar social: en la comunidad y en las estructuras familiares, en las redes del poder feudal y en las formas de solidaridad local. Ha sido un lugar construido desde el conflicto y la resistencia, en la identidad –o, mucho mejor, en la conciencia de clase– y en la diferenciación interna; desde abajo, atribuyendo a la comunidad, a la familia y al campesino mismo la capacidad de elaborar estrategias y de utilizar recursos propios, no sólo de encajar como sujeto inerme la acción señorial. Todos estos aspectos pueden haberse convertido en tópicos en exceso manidos a estas alturas del siglo, pero no lo eran en absoluto hace treinta años, y menos aún en el seno de la historiografía sobre la Edad Media hispana. Identificar problemas, replantear preguntas, aplicar una nueva mirada a caminos trillados, desbrozar las fuentes, enriquecer los modelos de análisis, ponerlos en movimiento y sacar a la luz sus fuerzas interiores, han sido los jalones en el proceso de reflexión histórica que, contracorriente en algunos momentos, emprendió Reyna Pastor hace ya muchos años.
Reyna Pastor (Buenos Aires, 1925), descendiente directa de españoles y alumna de Claudio Sánchez Albornoz, ha sido profesora en la Universidad de Buenos Aires, en la cátedra de Historia Social, ocupada por José Luis Romero, y en la Universidad Nacional de Rosario. En esa época, en la que viajó con frecuencia a Europa, fue becaria en la École des Hautes Études en Sciences Sociales y profesora asociada en la Universidad de Aix en Provence, en el departamento dirigido por Georges Duby. De su etapa argentina destacan las obras “Conflictos sociales y estancamiento económico en la España medieval” y “Del Islam al Cristianismo. En las fronteras de dos formaciones económico-sociales: Toledo, siglos XI-XIII”.
Tras el golpe de estado militar, Reyna Pastor emprendió en 1976, como tantos otros argentinos, el camino del exilio político, dejando en Argentina numerosos discípulos. Desde entonces reside en España, donde ha sido profesora de la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense de Madrid y, desde 1987, del Departamento de Historia Medieval del Centro de Estudios Históricos del CSIC, institución de la que había salido, cincuenta años atrás, Claudio Sánchez Albornoz camino del exilio argentino. De su etapa española destacan “Resistencias y luchas campesinas en la época del crecimiento y consolidación de la formación feudal”, la obra que más influencia ha ejercido en el medievalismo español, y tres libros de trabajo en equipo, uno de ellos, “Transacciones sin mercado. Instituciones, propiedad y redes sociales en Galicia”, traducido al inglés.