«Mi hermano. No podría hacer esta película sin él y él no podría hacerla sin mí. Dependencia recíproca que no provoca resentimientos. Sin duda, él podría hacer esta película sin mí y, quizá, yo sin él, pero ambos sabríamos que no sería la película que habríamos hecho juntos y lo lamentaríamos siempre. Aunque escribo estas notas en primera persona del singular, sé que están escritas en primera persona del plural. Sus preguntas son las mías. A menudo son ellas las que me empujan a escribir estas notas como si yo fuera el transcriptor de una reflexión, de un pensamiento compartido. Sucede lo mismo con el guión. Yo sujeto la pluma pero se escribe a dos manos.» Ésta es una de las anotaciones que Luc Dardenne escribe en su diario, un cuaderno de trabajo donde capta diferentes impresiones, pinceladas de la vida, sensaciones provocadas por el sudor de concebir una película, desde que se escribe, hasta que se rueda, se monta y se estrena, incluyendo el vacío que deja posteriormente en el autor. Desde el momento en que él y su hermano Jean-Pierre decidieran pasarse del cine documental al de ficción, los hermanos Dardenne han rodado algunas de las películas más impactantes de los últimos años. Merecedoras a veces del calificativo de «difíciles» o «herméticas», lo cierto es que La promesa, Rosetta, El hijo y El niño se han convertido en películas de referencia para cineastas y cinéfilos en todo el mundo. Este libro abarca esa aventura cinematográfica y ofrece por primera vez a los lectores en español la oportunidad de comprobar cómo se escriben las películas aparentemente menos escritas del cine reciente.