La obra recoge, a través de pequeñas notas y ensayos, las ideas que conformaban el pensamiento de IsadoraDuncan sobre la danza, con un trasfondo en el que la civilización griega adquiere un papel de especial relevancia. Al hilo de ello, se recogen opiniones suyas sobre otros aspectos del mundo de la música -Richard Wagner- y de la situación política contemporánea -Rusia soviética-. El texto va predecido de un estudio de José Antonio Sánchez, en el que se analiza tanto el contexto socio-cultural de Isadora Duncan como su decisivo papel como repercusora de la danza moderna.